domingo, 17 de octubre de 2010

Cuatro asaltos, salta ya


Primer asalto: Actualidad

Escucho Copenhague, me inspira, me hace pensar, me tienta, como si me dijeran que la muerte no va a doler, que puede llegar en cualquier momento; tú no te vas a enterar.
Y mientras miro los ojos de Alex, me doy cuenta de una actualidad que nadie entiende, siquiera él es consciente de lo que sus ojos azules transmiten, y cada persona puede interpretar lo que quiera. Alex DeLarge y su experiencia con el mundo, que, aún ficticia, se ha clavado en mi mente como una cruel hazaña que he de recordar durante toda mi vida. Él me ha enseñado una de las piezas perdidas de mi libertad. Dejarse llevar suena demasiado bien.

 Segundo asalto: Realidad

Voy a poner las cartas sobre la mesa, tras intentos desesperados por huir, por decir en voz alta lo que todos nos esforzamos en callar. Y sin duda, sigo en pie, lo suficientemente loco como para actuar, actuar sabiendo que lo que hoy haga cambiará el transcurso de una vida, porque es tan importante el paso que hoy doy, que me arriesgaría a decir que podría asesinar esos viejos temores de toda una existencia. Temores y miedos que no me dejan dormir, aún peor, temores y miedos con los que duermo, que han escrito mi historia, mi realidad. Y es ahora cuando el hombre decide volver al camino del principio, a su origen, a cuando era un ignorante y empezó a elegir (mal), pero ahora vuelve con la experiencia de haberse perdido, de haberse encontrado en la más completa y desatrosa, tortuosa y cruel oscuridad. Ser valiente no es sólo cuestión de suerte.

 Tercer asalto: Golpeame bien, hazlo bien

Alex vuelve a mirarme, he jurado no volver a decir nada de su mirada, pero realmente, representa la crueldad del mundo, la tentación de darle un puñetazo a las reglas, de quedarse dormido cuando toca despertar, "me duele la quijotera, mamá" Y por un instante, deseo ser esa regla, ser destruido, pues si soy destruido, será destruida toda la agitación superficial que me ha llevado hasta aquí, y sentir el dolor no es algo malo, sino la única solución certera para despertar, una patada que te saca del sueño y te hunde en un pozo sin fondo donde puedes respirar, y te mantienes cerca y a la vez lejos de todo, porque con la cabeza bajo el agua no escuchas los sonidos, y tu visión se reduce a una serie de destellos y desfiguradas imágenes. Me pregunto si la libertad ahora significa sentirse un pez. Golpeas bien, lo haces bien.

Cuarto asalto: Finalidad.

Y todo esto tiene su fin. No un final físico, no un punto y final, sino un momento de desacuerdo total, de discriminación de las ataduras, de sobrehumana libertad. Y el hombre, el niño o la máquina, ha despertado, no para siempre, pronto volverá a dormir, pero durante un instante la realidad no ha sido cruel, sin duda, la verdadera realidad es tan hermosa que un simple instante de ella ha dejado marca para siempre en el hombre, en el niño o en la máquina.
¿Crees que alguién los encontrará?


4 comentarios:

  1. Me encanta que te encante LoL.. y más todavía que Pucho con su Copenhague te inspire. ¡Ya somos dos!

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  2. Bueno, el mundo de las Ideas está ahí para todos los que tengan capacidad suficiente, los que pueden sintetizar la vida en unas pocas palabras tienen esa posibilidad.

    Adelante.

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  3. Yo creo que han pasado 3 años pero tú no has cambiado nada... Ni en tu forma de escribir ni en tu forma de ser... Sólo has aprendido a ponerte cada vez más máscaras, pero eso no nos hace fuertes ni a ti ni a mi... Es como empezar a vivir con la conciencia de haber perdido la partida de antemano. Adiós...

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