viernes, 25 de marzo de 2011

Besos de hipnotismo


Inspiro el momento con incómodo silencio
silencio de quedarse pensando en nada
de pensar en todo y quizás colapsar el olvido.

Recuerdo lo nuestro a destiempo
como si hace tiempo
como si quizás ha llovido mucho en mi corazón tronchado.

¿Sabes lo que duele del recuerdo?
duele que te traiga a trompicones
que te traiga sólo en fantasías.

Rescato aquella mañana viva
aquella mañana dolida,
del Sol de tu mirada quemar mis ojos.

Ayer soñé que volvías a mi cama
a contar lunares en piel desnuda
a acostar las horas demasiado tarde.

Ayer y siempre ayer
porque de ti sólo queda lo escrito
porque de ti lo que viene es sólo un ayer de arrugas.

A quemar la vida entonces
resignarse a cicatrizar y a cerrar los ojos
cerrar los ojos y pensar en no pensar demasiado.

¿Por qué el amor es tan amargo?
cuando el amor por natural era sonrisas
cuando decían que el amor era romper ventanas.

Comprobé que no todo el amor es beso
no todo el amor es cuento de hadas
no siempre el amor es soñar despierto.

Y ahora hacer las maletas de tu cuerpo
alejarse de tus ojos de verde hielo
alejarse de tus besos de hipnotismo.

Alejarse por alejar los miedos
por intentar encontrarme antes
por retomar aquellas tardes carentes de sentido.

Solías decir que el amor es ciego
y te fuiste como a oscuras
aquellos ojos cerrados en lágrimas dormidas.

Café con leche por la mañana
a medidodía tu fotografía enmarcada
por la noche noctámbulo sobre sábanas frías.

. . .

Y volver a los incómodos despertares
de los espejos pintados de sueño,
de "Hoy voy a saltar en paracaidas sobre tu pecho"
¡pero no puedo!
 

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