lunes, 10 de diciembre de 2012

Estrellas


Era ya entrada la noche de un día de verano, las estrellas brillaban en el cielo como pocas veces lo habían hecho. Yo estaba algo nervioso, tú estabas algo increíble. Qué digo, demasiado increíble. Sonreías de vez en cuando y me drogabas, yo ya iba borracho. Estábamos tumbados perdiéndonos en algún rincón del infinito, sin saber muy bien qué decir, intentando buscar las palabras que fuesen a juego con aquella extraña noche. Yo busqué tu mano, a ciegas, con cierto vértigo entre los dedos, y la abracé muy fuerte, como queriendo decirte que te quería. No, no te quería, te amaba. Te amaba de alguna inexplicable forma; con una incontenible pasión que, de recordarlo, aún quema.

Y, de repente, algo sumamente mágico: tu manó aferró fuertemente la mía, como si te hubieses encontrado en ella, después de vagar perdida. Y, de repente, otra cosa sumamente mágica: nos miramos. Y, tan quietos, mantuvimos durante unos segundos aquella mirada. ¿Qué me decías? No lo sé muy bien, pero tus ojos me hablaban. Creo que hablaban de lo nerviosa que estabas y de que, para ti, aquella también era una noche para guardar en el álbum de fotos de los buenos momentos. 

Se me hizo la eternidad en aquel instante. "¡Qué se pare el mundo!", gritaba en silencio. Debiste oírlo, porque sonreíste, como si tú hubieses pensado lo mismo. Y, luego, no sé cómo sucedió, se apagaron nuestros ojos y empezamos a hablar a besos, que es el mejor idioma del mundo. Hablábamos de cosas superficiales, como del tiempo; de cosas sin importancia, como el resto del mundo. Y, poco a poco, hablamos de no hablar demasiado, de dejarnos llevar y de viajar sin movernos. De mi mano enredada en tu pelo; de tu mano en mi cintura. Del latir precipitado de dos corazones que tienen prisa por enamorarse. De cosas que aún, si me doy cuenta, no entiendo. Y supongo que no necesito entenderlo todo. Supongo que, simplemente, sólo necesito recordarlo. 


5 comentarios:

  1. "...hablamos de no hablar demasiado, de dejarnos llevar y de viajar sin movernos. De mi mano enredada en tu pelo; de tu mano en mi cintura. Del latir precipitado de dos corazones que tienen prisa por enamorarse. De cosas que aún, si me doy cuenta, no entiendo. Y supongo que no necesito entenderlo todo. Supongo que, simplemente, sólo necesito recordarlo."

    Yo si que me enamoro con estas palabras.. simplemente me encanta:)
    puro Amor.

    ResponderEliminar
  2. Jo-der! Realmente increíble, en serio, tienes un don para esto. Sigue así <3

    ResponderEliminar